lunes, 8 de junio de 2009

¡ABOMINACIÓN!

Hola a tod@s!! Sé que hace mucho que no he escrito, pero me da un poco de miedo convertir este blog en un diario de las fiestacas y correrías de los amiguetes. Lo cierto es que es interesante preservar una cierta exclusividad en las entradas publicadas, reservándose para exursiones al extranjero, vacaciones o eventos extraordinarios (como la aberración que nos ocupa hoy). Aquí estoy en el despacho del banco (esto no deja de ser un espejismo), pensando en cómo se va a desarrollar esa tan manida apuesta que se viene hurdiendo desde que Txema y yo hacíamos guerras de gambas contra croquetas en el chino del Max Center. El caso es que, alentado por el baturrismo de Txema, decidí aceptar el reto de comer una ingente cantidad de melón. Creo que estaba en el Stromboli, y entre las cervezas y el humo de la mandanga me coloqué un poquillo. El calentón se saldó con la siguiente apuesta: -Txema se tendría que comer 100 gambas -Jp se atrevía con un kilo de jamón -A mí se me adjudicaron 5 kilogramos de carne de melón Después de reírnos a caja partida lo contamos a los demás y pronto se unieron a nuestra empresa. -Dani calvo se comerá 30 pechugas de pollo a la plancha (sí sí, y además sin tabasco, que sabemos que te hace engullir con más ansia) -Santi-Santudo Aldeano 45 albondiguitas (menos mal que la suegra te quiere porque mira que pedirle que te cocine para una apuesta... -vamos, como para anular la boda-) -Puchi: 4 Barras de pan familiares -Karmelo: Como no podía ser de otra manera, el macho alfa tiene que destacar...8 litros de aguaaaaaaaaaa (no se contentó con mi oferta de 3 pollos asados sin caldo). Se le perdonó un litro pero aún así, y de lejos, esta es la apuesta más inhumana. LAS REGLAS: 90 minutos de tiempo. No se puede beber agua ni comer nada que no sea el objeto de la apuesta. No se puede comer de lo del de al lado. No se puede NI MEAR NI HACER AGUAS MAYORES. No hace falta comer de una manera constante, vale comerse todo en los últimos minutos (lo cual es un tanto arriesgado). El que trague sin saborear y se lo termine todo sin haber violado ninguna de las anteriores premisas, será invitado por los vencidos a una suculenta cena o comida. INJUSTICIAS: Jp puede echarse cacao porque tiene miedo de que se le agrieten los labios y ¿yo no puedo ir con PAÑALES? Txema dice que si defeco en su salón pierdo la apuesta pero a mí me parece que 5 kilos de jamón son una proeza, y 100 gambas es el alarde de un agüelo... CONCLUSIÓN: No sé si finalizaremos esta estúpida y abominable apuesta. Ya se oyen desgarradas advertencias de posibles consecuencias fatales (GOTA para TXEMA, EDEMA PULMONAR para Karmelo, MEGALODIARREA HEMATOFECAL para mí). Todo ello sin contar que TXEMA, el principal acicate de este despropósito, es el primero al que le empiezan a temblar las piernas (que tiene miedo por su salud, que si se le mancha el salón, que si, COMO SOLO PIERDA ÉL tiene que pagar un banquete de 500 euros...) LA MORALEJA es que no hay que apostar así, a lo tontuno y arriesgar la vida para nada, pero lo que no se puede negar es que, amén de lo bien que lo hemos pasado ya picándonos los unos con los otros, el día en que celebremos nuestro absurdo evento, no podremos olvidarlo nunca. ¡SERÁ UN LEGADO PARA LAS FUTURAS GENERACIONES! Un fuerte abrazo para todos y ánimo con la preparación, que se que estáis concienciados. ESCRIBIDDDDDDDDDDDDDDDDDD